Basada libremente en las Actas históricas de la Inquisición contra Eleno de Céspedes, nacido libre a mediados del siglo XVI, en Granada; hijo de esclava, soldado, calcetero, sastre y cirujano de la Corte, enamorado de María del Caño. A través de la recreación del juicio y los testimonios que en él se recuerdan, descubrimos la apasionante vida del primer trans de la historia de España; el primero que, además, se operó a sí mismo.
Notas. / Notes on the piece.
Descubrí esta historia gracias al volumen "La máscara infame", editado por los alumnos del Máster de Edición 2010 de la UAM. Es imposible no leer las actas del juicio con avidez, porque el personaje y su historia son impactantes. Llama la atención su reivindicación honesta que no es ni política ni colectiva: tan solo un hombre diciendo que lo es, que él no engaña a nadie ni tiene más que añadir. Espero, con este texto, dar voz a una de las figuras más peculiares del género fronterizo que han existido. Eleno, eres un canto a la vida.
«Me gradué en Dramaturgia y Dirección de Escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático. También me formé en Técnicas Cinematográficas en CES. He tenido grandes maestros, como Montxo Armendáriz, Yolanda Pallín, Itziar Pascual, Pablo Remón, Ignacio García May o Carlos Rod. Salté de la dramaturgia al guion y ahora tengo dos barcos. Shakespeare me enseñó que no hay grandes verdades, que todo está dicho ya, y con Dostoievski aprendí que tenemos miedo a la muerte, pero por encima está la culpa, y solo por encima, el miedo a que no nos quieran. Chejov me enseñó a callar; Kaufman a romper las fortalezas intelectuales del yo; con Wilder comprendí la empatía y entendí que la vida es sufrimiento, pero que hay que vivirla.» (Ana de Vera).
Escritura. / Style.
«No vale el dolor tanta literatura. Escribo porque es un desafío a mi percepción de las cosas. Me obliga a pensar en colectivo, a hallar la universalidad en lo específico. El teatro es la forma de recordarme a mí misma que la belleza y la derrota habitan calmadamente en el alma humana. La escritura me aleja del yo, me enseña que todo es más grande, me ayuda a entender la irrealidad del mundo.» (Ana de Vera).