Este espacio es un lugar donde se mezcla lo documental con la ficción, donde los intérpretes -que a su vez son directores, productores, actores, escenógrafos y estilistas- comparten sus deseos y motivaciones de su propio plan de vida. Pero, ¿Cuál es ese plan?. Hemos partido de la premisa filosófica "Somos los que hacemos" para encontrar la raíz de nuestra pregunta. Tomamos como piedra angular la historia de vida de Caridad Velasco Novillo (madre de uno de los miembros de la compañía), haciendo un análisis personal de un recorrido que atraviesa casa, familia, trabajo y futuro. Tomamos lo teatral como espacio de reflexión junto al público. Un espacio donde poder dudar y posicionarnos ante un momento vital incierto, necesitado de una hoja de ruta.
Notas.
Esta obra nace de la necesidad de saber qué es un plan de vida, cuál es nuestra libertad dentro del tiempo y quién soy respecto a mis marcas vitales y grandes deseos. Nace como oda a mi madre y cómo, a través de su historia, se puede contar la de una generación de mujeres luchadoras y trabajadoras. En un caballito soñado las tres autoras quisimos poner a danzar nuestra propia historia, purgando miedos y demonios, desnudarnos para poder vestirnos con una piel más clara. Un Caballito Soñando tal vez sea, hasta el momento, el trabajo más sincero y autobiográfico (y por ello sanador) que hemos llevado a cabo desde el colectivo BisturíEnMano.
Otros datos.
Estreno: Sala Cuarta Pared, Festival Essencia 2018
Beca ETC Cuarta Pared, Madrid
Comencé a escribir como consecuencia de un juego de manos, de mis propias manos llenas de tinta intentando deshacer el tiempo, mientras recorría la larga linea de metro que conectaba mi casa con resto de la ciudad. Nunca pensé que llegaría el día en que diría "soy dramaturgo". De hecho comencé estudiando Dirección de Cine y TV en CEV, para después ir a Cuba, a la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, donde estudié Dirección de Actores. Allí descubrí la magia del teatro y sus eternas posibilidades. La encargada de abrirme los ojos, en Cuba, fue Corina Mestre, maestra, actriz y mejor persona. Nunca dejé de escribir, pero fue al volver a Madrid cuando decidí hacerlo también para los demás. Escribí y dirigí mi primera obra basando mi formación en la escucha, la observación y el análisis de todo y todos los que me rodeaban. Así pasó también con la segunda, y tal vez con el resto de obras que he ido cosiendo. Éste está siendo uno de los procesos de aprendizaje más hermosos que me ha regalado la vida, y se anuncia nunca terminar. Mientras tanto he participado en festivales, en revistas y he seguido estrenando.
Escritura.
Sucede que confundo ficción y realidad, o mejor dicho, que no comparto la realidad impuesta e intento diseccionarla con el filo que ofrece la ficción. Escribo y creo como acto de liberación, como forma de gritar y que parezca un silbido. Escribo para dar nombre a los huecos que me habitan y así conocerme mejor, para entender la condición humana. Trabajo en teatro para saber qué es lo que nos mueve. Hasta el momento he trabajado siempre los monólogos, incluso en obras corales, por ser la forma en la que mejor se puede conocer a un personaje, adentrándonos en lo más profundo de sus palabras. Mis obras están siempre habitadas por elementos mágicos que empujan a los personajes por el camino de la realidad y les ayudan a vislumbrar una posible salvación. Todos estos personajes están siempre en la cuerda floja, agredidos por un mundo abrupto que les impide desarrollar su sino, pero es siempre la ficción la que les convierte en héroes de sí mismos. Intento recorrer todo lo que escribo con hilo de amor, no sólo hacia personas si no también a la vida misma, que es el motor y el fin de la historia. Sin amor no hay nada.