Priscila y Natalia, mujer y amante respectivamente de Néstor, célebre director de teatro de izquierdas, presumiblemente asesinado hace veintitrés año, viven en un teatro abandonado, antigua sede de su compañía. Mientras hacen inventario rememoran su propia historia y la del grupo. Buscan un texto, de autor desconocido, que Néstor estaba ensayando cuando murió («El cerco de Leningrado») y que nadie había llegado a conocer en su integridad. Cuando lo encuentran advierten que al presentar la derrota del comunismo, el texto se enfrentaba tanto a la izquierda como a la derecha (que lo necesita un enemigo). Comprenderán entonces que Néstor pudo ser asesinado tanto por unos como por otros. Pese a ello, ambas mujeres continuarán fieles a sus recuerdos y a sus ideales, y se dispondrán a montar «El cerco…» aunque sean ellas solas las que lo hagan.
Otros datos. / Other information.
Estreno: Teatro Barakaldo, Bizkaia
Publicación: Fundamentos
Información sobre la obra en L&L Agencia
Sin duda, uno de los grandes renovadores del panorama teatral español de finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Sus iniciativas, como el Teatro Fronterizo (Barcelona, 1977-1998) y Nuevo Teatro Fronterizo (Madrid, 2011-hoy), han marcado a generaciones de dramaturgos, directores y autores de teatro. Autor de más de 50 obras teatrales: originales, adaptaciones de clásicos y versiones de textos narrativos, habiendo obtenido diversos premios, como el Premio de Teatro Carlos Arniches (1968), Premio de Poesía Camp de l’Arpa (1975), Premio Nacional de Teatro (1990), Premio Lorca (1991), Premio de Honor del Instituto del Teatro de Barcelona (1996), Premio Max al Mejor Autor (1998 y 1999), Premio Nacional de Literatura Dramática (2003), Premio Life Achievement Award del Festival de Teatro de Miami (2008), Medalla del CELCIT (2010), Premio Adolfo Marsillach a una Labor Teatral Significativa, Asociación de Directores de Escena (2014) y Premio Max de Honor (2018).
Escritura. / Style.
El teatro de Sanchis Sinisterra mantiene varias constantes: una gran preocupación por las formas dramáticas tomando el modelo beckettiano, abandonar los ámbitos conocidos para explorar nuevas formas dramáticas buscando temas que le permiten la investigación, y la importancia de potenciar la palabra dramática dando voz a los ignorados, los perdedores, como una cuestión de simpatía natural y personal porque los otros, como dice él, tienen posibilidades de brillar con luz propia y darse a conocer en los medios y en la historia más o menos oficial.