En uno de sus múltiples viajes, el emperador Adriano recala con su séquito en la ciudad egipcia de Alejandría. Inspirada en pasajes de la novela “Memorias de Adriano” de la escritora Marguerite Yourcenar, la obra narra los últimos días de vida de Antinoo, favorito del emperador, evocados a través de los recuerdos del monarca, ya anciano. Tras un monólogo inicial, la acción empieza a reconstruir aquellos días. La flota imperial se mece atracada sobre el Nilo. Adriano, tras visitar el senado local, se adentra en sus alojamientos acompañado por parte de su corte…
Notas.
Son muchas las “adaptaciones”, “inspiraciones” o “incursiones” que otros, al igual que yo, han creado o crearán a partir de su visión de las “Memorias de Adriano”. Y también, justo es reconocerlo, han sido frecuentes las ocasiones que he sentido una gran vergüenza personal y literaria por haber acometido semejante imprudencia. Para bien o para mal, así comencé mi andadura como dramaturgo y así nació “mi Adriano”, que no es del todo mío y que, sin embargo, lleva parte de mis genes: Partiendo del libro de Yourcenar, de muchas horas de estudio de las fuentes y otros autores y, por supuesto, de la recopilación de mi propia experiencia en la vida. Ser un poco Antinoo y un poco Adriano. Sentir hacia ellos y hacia sus tiempos un amor tan ingenuo como intangible. Poder escribir lo que uno cree haber vivido y, sin embargo, no poder justificarlo. De todo extraer hasta el último aliento, hasta el último vestigio de divinidad. Ser a veces como un Dios: “si cabe, más que Dios”.
Otros datos.
Estreno: Monasterio de La Cartuja, Sevilla
II Premio Internacional Teatro Romano de Mérida 1989
Publicación: En Theatrvm fugit, Editorial Dalya
Juan García Larrondo es licenciado en Geografía e Historia. Como autor teatral cuenta con una extensa trayectoria avalada con varios estrenos y la publicación de gran parte de su obra dramática por la que ha recibido, entre otros, diversos reconocimientos como el Premio Internacional “Teatro Romano de Mérida”, el Primer Premio “Marqués de Bradomín”, el Primer Premio "Alfred de Musset" o el IX Premio “El Espectáculo Teatral”, además de haber sido nominado en sendas ocasiones para el Premio Andalucía de la Crítica o en los Premios Lorca de Teatro. Es miembro del Laboratorio Rivas Cherif del Centro Dramático Nacional y compagina su labor como dramaturgo con su afición hacia otros géneros como la poesía o la fotografía y, ocasionalmente, con su trabajo como guionista para series de televisión.
Escritura.
«Casi todo lo que he aprendido de las letras que con sangre salen o entran está aquí manuscrito en forma de leyenda, de farsa o de evangelio: Diálogos, fragmentos y otras levanteras que, como gaditano del mundo y poeta fantasioso, me he tomado la libertad de crear para que hombres y mujeres del porvenir hagan con ellas lo que les plazca. Con la lectura aprendí a decir mi nombre, a comprender el mundo y a encontrar en él mi sitio. Escribir llenó mi vida de otras vidas y me enseñó el oficio de titiritero de los sentimientos. Me regaló el don de imaginar, de soñar en voz alta y de inventar argumentos. Escribir Teatro, además, me permitió ponerle piel a las emociones y voz a los alfabetos: ser a la vez espejo y misterio del Hombre ante su Máscara. El Teatro es el único género literario que tiene el poder de reunir palabras para ser dichas en silencio y caligrafías para ser vociferadas con el alma. Es Literatura en estado puro, la más atávica que conozco. Más que una vocación, a veces ha sido algo similar a una causa que no siempre he sabido defender del todo. Pero intentándolo seguimos servidor y los archipámpanos que invento.» (Juan García Larrondo).
Teatro Cuyás, Las Palmas de Gran Canaria
Primer Premio Marqués de Bradomín 1992 + Mención Especial en el Premio Nacional de Teatro “Calderón de la Barca” 1991 + Cinquina del Premio Colosseo D´Oro de Roma 2000 + Premio Speciale “Angelo Musco” de la Accademia Il Convivio de Sicilia 2004
En Comedias selektras, Ediciones Irreverentes