«La primera función teatral a la que asistí marcó mi vida, se trataba del estreno de "Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga" (busquen al autor y aprendan algo de esto que leen); fue en el Teatro Bellas Artes y supuso el primer estrenó del Centro Dramático Nacional, en noviembre de 1978. Aquella Epifanía teatral de la infancia me dejó tocada la sensibilidad, pero los cuentos y los guiones de cine se interpusieron en mi camino y pronto desarrollé una intensa fascinación por escribir los míos propios. Me entregué a ello con pasión y entre narraciones, obras de teatro y películas pasaron unos años de formación en Madrid, en Cuba y de vuelta en Madrid, en los que aprendí lo básico para hacer algunas criaturitas para las que conseguí generosas ayudas y becas con las que pude seguir escribiendo... Así hasta que decidí acercarme a José Sanchis Sinisterra y graduarme en Arte Dramático por la Resad, en ese orden. Y ahí sigo, aprendiendo a escribir.» (Félix Gómez-Urda).
Escritura. / Style.
«Durante un tiempo creí que dominaba la estructura aristotélica y me apetecía mucho, o lo consideraba una obligación para progresar en mi escritura, romper el paradigma y trabajar con la forma. Ahora que me pienso dudo mucho de todo lo que he aprendido, y de todo lo que he podido creer en otro tiempo. En los últimos meses, o años podríamos decir ya, me he dado cuenta de que necesitaba explorar las posibilidades dramáticas del silencio y eso es lo que he hecho en los textos más recientes. También me interesa evitar la "paja", no lo digo en el sentido escatológico-sexual de la expresión con que a veces denominamos a nuestros devaneos mentales o a los rodeos superfluos... Supongo que estoy más interesado en escribir lo que se dice sin palabras.» (Félix Gómez-Urda).