La Ruina es el día en que nos quedamos sin nada. Es Silvia que confía en el éxito de su nuevo proyecto artístico . Es Toni que depende de la un trabajo que para pagar una vida conjunta con Silvia. Es Laura que bebe whisky para llevar la contraria a su marido. Es el Abel que ha invertido en una constructora. Si el sector inmobiliario se hunde, si el marido abandona, si el trabajo se acaba o el proyecto se frustra, esta será su ruina y también la nuestra. Ha pasado. Es hoy. Es La Ruina.
Notas.
La Ruina es una comedia protagonizada por personajes que afrontan un descalabro económico de maneras muy diferentes. El contraste entre sus preocupaciones, entre sus reacciones y sus sentimientos construyen una historia tan simple como fantástica. Toda una serie de sucesos realmente inesperados los llevarán a extremos emocionales, desde la risa hasta el llanto, que los obligará a descubrirse ya desnudarse interiormente. Quizá sólo cuando nos pasan cosas extraordinarias, somos capaces de dar un nuevo paso para entendernos más a nosotros mismos.
Dramaturgo y director teatral. Ha escrito más de treinta textos teatrales, entre los que destacan Idiota (2015), Vilafranca (2015) Ruz-Bárcenas (2014), Patria (Premio Ciudad de Barcelona, 2012), Una historia catalana (Premio Butaca, 2011), Un hombre con gafas de pasta (Premio Time Out 2010/2014), La Revolución (premio Butaca 2009) City / Simcity (Premio de la crítica de Barcelona 2007) o Andorra (Premio Marqués de Bradomín 2005).
Escritura.
«Uno de los temas recurrentes que surge en mis obras es la aparición de la violencia cuando ya hay una imposibilidad manifiesta de poder resolver el conflicto con la palabra y el diálogo. Me da miedo la violencia. Hemos sido domesticados para no tener que gestionarla. Esta aparente virtud de la civilización se convierte en una debilidad absoluta cuando la violencia aparece en nuestras vidas. Porque nosotros la podemos haber borrado de nuestro modo de actuar, pero ella aun está presente en el mundo. Por consiguiente, en muchas ocasiones entiendo la obra de teatro como una pesadilla que nos transporta a vivir como intentaríamos resolver una situación extrema o terrorífica para la que aun no estamos preparados. Entiendo el teatro como estos sueños de los que, una vez te despiertas, sientes que sabes algo más, pero no sabes qué. Quizás has aprendido a sobrevivir o a superar un dolor o no sabes muy bien qué. Es inconsciente. Entra por la emoción.» (Jordi Casanovas).
«One of the recurring themes found in my works is the appearance of violence when it becomes evidently impossible to resolve the conflict through words and dialogue. Violence scares me. We’ve been domesticated so as to not have to resort to this. This apparent virtue of civilisation becomes an absolute weakness when violence appears in our lives. While we may have erased it from our way of living, violence remains in the world. As such, I often view the play as a nightmare that brings us to envisage how we would try to resolve an extreme or terrifying situation for which we remain unprepared. I draw comparisons between theatre and those dreams after which, once you wake up, you feel like you have learned something but you’re not quite sure what. Perhaps you’ve learned to survive or overcome a pain, or perhaps you have no idea. It’s unconscious. It enters through the emotion.» (Jordi Casanovas).