Nochebuena. No hay nadie en las calles de Madrid, las familias se han reunido para celebrar las fiestas. ¿Nadie? ¡Un momento, un momento! Si nos fijamos bien, podemos ver a David, un treinteañero vestido con un elegante traje que pasea sin prisa balanceando un maletín y observando los escaparates de las tiendas ya cerradas. De pronto se detiene y charla con un mendigo que toca la armónica sentado sobre unos cartones. ¿Qué es lo que vemos? La extraña pareja se va, no sabemos dónde, no sabemos por qué, aunque lo imaginamos: nadie quiere estar solo en Navidad.
Notas. / Notes on the piece.
Percebes fue mi primer texto teatral y la escribí pensando en los conceptos que han guiado muchas de mis novelas, guiones y el resto de textos dramáticos: las diferencias sociales y el humor negro como nexo de unión. Dos personas que nunca habrían de encontrarse, una extraña pareja en el contexto más insospechado comparten lo que nunca esperaban.
Otros datos. / Other information.
Premio Asturias Joven de Textos Teatrales, 2012
Publicación: Impronta Editorial, 2013
Comencé mi carrera como dramaturgo en el año 2012. Ese año escribí mi primer texto dramático que tuve la fortuna de que fuera premiado y publicado. Desde entonces, he seguido escribiendo teatro con la asiduidad de las peores y mejores adicciones. Debido a que mi formación era en narrativa y guion, durante tiempo tuve la sensación de que cuando escribía teatro estaba adentrándome en una casa a la que no había sido invitado. Solo el paso de los años, las publicaciones y representaciones han conseguido mitigar, que no aplacar, esta sensación de impostura. Sigo trabajando en ello.
Escritura. / Style.
En mis obras suele haber exactamente lo contrario de lo que me propongo. Es como si una fuerza primigenia que emanara del propio texto lo llevara allá por donde desea al margen de mis intenciones. He escrito dramas disfrazados de comedia y comedias que solo se sustentaban en el andamiaje del drama. En mis obras más críticas hay una aparente sensación de superficialidad y en los textos más livianos el lector o espectador descubre al final que el lodo le llega por las rodillas. Esa tensión, esa contradicción, está en mi dramaturgia, la sensación perenne de tratar de escapar de mis obsesiones, de tratar de borrar mis propias huellas en cada nueva obra y terminar, casi siempre, en el mismo lugar en el que comencé porque acabo haciendo exactamente lo contrario de lo que me propongo... como en este texto.