sobre / about
Óscar Vélez Redondo.
Biografía. / Biography.
Se trata de un autor teatral autodidacta, no porque querer parecer pedante, sino porque no ha recibido ninguna formación académica relacionada con el teatro ni la escritura. La necesidad de escribir surgió por la afición a la lectura, que le llevaría más tarde a intentar contar sus propias historias. Y le pareció que el contexto más adecuado a sus características sería el teatral. La manera de intentar aprender el estilo y el ritmo, comenzando a leer obras teatrales, principalmente comedia del siglo XX, ya que el humor era el campo en el que se encontraba cómodo. Serían sobre todo Jardiel, Mihura, Neville o Paso algunos de los más habituales entre sus lecturas, además de Muñoz Seca, Arniches o Alonso de Santos. También bucearía entre los textos teatrales de Woody Allen Por la falta de experiencia, consideró que debía empezar a probarse con textos cortos, para comprobar si era capaz, escribiendo inicialmente textos de microteatro. Tras recibir una respuesta positiva, continuó ampliando el número de obras en este formato y se animó después a probar también con textos largos, que actualmente componen su producción más actual.
Escritura. / Style.
«Toda mi obra se enmarca dentro de la comedia, intentando visitar todas las posibilidades que este género ofrece: desde la comedia de enredo con clara influencia del vodevil, a la comedia negra, la crítica social y la sátira política. En la actualidad, es el teatro social el que más me interesa. Cierto que la comedia tiene como objetivo prioritario el hacer reír, pero especialmente en el contexto histórico en el que nos encontramos, me parece muy necesario que también se lance un mensaje a la hora de escribir. Creo que el arte y por ende el teatro, no puede mirar hacia otro lado, ignorar las injusticias y el clima de intolerancia cada día más perceptible en nuestra sociedad, limitarse solamente a entretener. Y la comedia me parece un instrumento de crítica muy valioso. Como señalo en el primer párrafo algunas de mis obras se basan en el enredo, el equívoco, la comedia directa y cumplen ese objetivo básico de hacer reír. Pero en la mayoría de mis textos busco dejar algo más, una reflexión, una llamada de atención. Pienso que mi punto fuerte son los diálogos, cortos, con mucho ritmo, basados en la réplica y la contraréplica, paralamentos cortos e incisivos, introduciendo casi siempre algún momento de absurdo en estado puro. Trato de conseguir giros narrativos inesperados, no por puro efectismo, sino por imprimir en la obra lo sorprendente.» (Óscar Vélez Redondo)