sobre
Iván Morales.
Biografía.
La mayor parte de lo que sé lo aprendí haciendo fotocopias, grapando y vendiendo mis tebeos cara a cara, cuando era un crío. Con 8 años debuté como actor con la intención de comprarme una cámara de video con el sueldo; desde entonces actuar me ha llevado a una carrera de más de 25 años en series de TV, obras teatrales y películas. Paralelamente, iba vendiendo algunos guiones de cine y dirigiendo mis cortometrajes. Seguía trabajando como actor en teatro, pero escribir para la escena me daba demasiado respeto. Un pudor que no vencí hasta que no formé mi propia compañía teatral, Prisamata, con la que estrené "Sé de un lugar", obra con más de 5 años de recorrido en Cataluña, España y el extranjero. Esta obra nos dio mucho trabajo, algunos premios, y un poquito de dinero, lo suficiente como para tirar adelante otros proyectos teatrales, "Els Desgraciats" y "Jo Mai". También he tenido la suerte de recibir encargos, que me he tomado como oportunidades de aprender bajo reglas ajenas. Así escribí "Cleòpatra", adapté "Wasted" de Kate Tempest, y he hecho piezas de creación colectiva con estudiantes como "El despertar" y "Sueño de una noche de verano, versión de Deisy Portaluppi".
Escritura.
«No seré muy original en este apartado, definir lo que escribo me cuesta mucho y me interesa poco. Solo sé que me gustaría hacer un teatro tan interesante como las conversaciones que escucho en el bar de abajo de mi casa, con personajes tan potentes como las personas con las que me cruzo cada día, tan libre como coger un avión para ir a un país del que no conoces nada en absoluto, y con capacidad de emocionar tanto como la gente que más amo. Creo que la escritura dramática debe de ser una excusa para que pasen cosas poderosas en escena, todo lo demás es vanidad, y de eso voy suficientemente sobrado como para darle más cancha.» (Iván Morales).
«I’m not going to be very interesting here, as I find it very difficult and also quite boring to define how I write. The only thing I know is that I want to make plays that are as interesting as the conversations that I hear from the bar underneath my flat, with characters who are as powerful as the people that I come across on a daily basis, as free as taking a flight to a country that you know absolutely nothing about, with an ability to excite that is comparable with that held by the people that I love the most. I think that dramatic writing should be an excuse for powerful things to take place on the stage; everything else is vanity, and I’ve already got enough of that.» (Iván Morales).