sobre / about
Irene Hernanz.
Biografía. / Biography.
Ya en el instituto añadiendo una escena a una representación de "Nuestra Natacha" de Alejandro Casona con el grupo de teatro del colegio, lo tuvo claro, quería escribir para intérpretes. La obsesión que tenía por las películas y series hizo que los primeros estudios tuvieran que ver con comunicación audiovisual y escritura cinematográfica pero fue en Barcelona donde lo que escribía, empezó a ver la luz. Estrenando por primera vez en espacios alternativos de microteatro en Barcelona, Valencia y, posteriormente, en Madrid, el largo formato llegó casi solo entre 2016 y 2017, pero no fue hasta 2018 hasta que las obras empezaron a ver la luz. Desde ahí, ha habido diversas representaciones entre el formato breve y formato standard, tanto en Madrid como Barcelona. Después de infinitas negativas, y las que vinieron posteriormente, hace unos meses ganó su primer premio en Gavà. Animada por ello, y pese a las negativas y la dificultad de compaginarlo con proyectos de escritura alternativos y diversos trabajos en enseñanza de idiomas, el teatro siempre ocupa un lugar privilegiado. Sin duda, el que se merece.
Escritura. / Style.
«Escribir teatro me ha hecho descubrir cosas sobre mí y sobre mi entorno, cómo me afecta el mundo, y es un lugar seguro en el que trabajar, desarrollar y pensar, sobre todo pensar. Cuando empecé a escribir pensaba que escribía siempre sobre cosas básicas, el amor, la soledad, las redes sociales, pero me he descubierto posteriormente mucho interés en el teatro del absurdo, y en temas como la política, la enfermedad, la discriminación incluso, aunque si me planteara que escribo sobre eso quizá me bloquearía, y quizá por eso se nos quedan tantos proyectos por terminar, porque sentimos que son demasiado grandes para aguantar su peso. Lo cierto es que, aunque he intentado organizarme y estructurar, y trabajar todas las técnicas que haya estudiado con autores increíbles, suelo empezar por la acumulación de diálogos, los personajes hablan, y es como si les grabara con una grabadora. Las obras que he terminado diría que es porque han tenido la suerte de cobrar un sentido al final, al menos para mí, y dejando lo justo para el espectador. También debería añadir que creo que todos los dramaturgos podemos estar sujetos a cambio en cuanto a nuestras prioridades a la hora de escribir, tanto por nosotros como por lo que necesita la obra de nosotros, y que habrá proyectos en los que he escrito compulsivamente en 5 días y otros que me han costado años. Mi filosofía siempre es "get it done". Mi intención es dar un final siempre a lo que he empezado a escribir. A ver si lo consigo.» (Irene Hernanz).