Una mujer muere. Se suicida. ¿Cuál es la reacción de su entorno más cercano? ¿Qué desencadena este acontecimiento entre sus amigas? Cuatro mujeres y un hombre lidian con estos tiempos cambiantes, en los que nada es como era y nadie sabe exactamente hacia donde va o cómo hacerlo mejor. Las frustraciones, las expectativas, los deseos y los pensamientos íntimos de un grupo de gente corriente, hoy, delante de una muerte que no tiene ninguna causa aparente. La tribu es una reflexión sobre la vida, desde el punto de vista existencial, social y de género. El objetivo de este texto es sondear el alma y la mente de cuatro mujeres amigas que bien podrían ser nuestras vecinas de casa. O nosotras mismas. Como dice uno de los personajes “no he sido violada, no soy madre, no he estado en la guerra”, pero aún así tengo derecho a contar mi historia. Hay muchas “vidas invisibles” a su alrededor, mucho sufrimiento desapercibido, no considerado digno de atención. Tal vez porque es “demasiado normal”, tal vez porque asumen que no es bastante importante o tal vez porque dan por descontado que por ser mujer hay que sufrir. Y que ese sufrimiento si es interno, no se ve y no llama demasiado la atención, tampoco es tan grave. Razón por la cual se sienten solas y al mismo tiempo, al asumir esa percepción de su dolor, tienden a no pedir ayuda ya que ni siquiera piensan merecérsela. Y a veces reducen autónomamente su derecho a ser comprendidas, amadas y consideradas.
Notas. / Notes on the piece.
La estructura dramatúrgica de “La Tribu” está compuesta por monólogos y diálogos aparentemente fuera del tiempo y del espacio. Se trata de una “narraturgia”, salpicada por momentos oníricos y otros muy concretos, reales y enérgicos, que, aunque en un principio pueda parecer compuesta por distintas historias, éstas finalmente confluyen en una única trama. Hay también música y movimiento escénico acorde con lo que sienten y transitan los personajes.
Empezó subiéndose a las tablas con 15 años y adaptando y dirigiendo su primera obra de teatro con 23, y ha sido fundadora de tres compañías de teatro (“Periféricos Peregrinos”, “Trama Teatro” y “Nigredo”), produciendo, dirigiendo y actuando en sus espectáculos. Como actriz, se formó en Barcelona en el Estudi Nancy Tuñón, se graduó en Técnica Meisner en el programa de la Neighborhood Playhouse, pero sobre todo trabajó muchos años en la compañía “La Invenciò” de Josep Pere Peirò, fundamental en su visión de un teatro atrevido y comprometido. Sus primeras incursiones en el mundo de la dramaturgia las hizo siguiendo los pasos del maestro José Sanchis Sinisterra, del que admira la amplitud de visión y las ilimitadas búsquedas de experimentación dramatúrgica. Roberta habla cinco idiomas y ha adaptado “El hombre de mis sueños” de Francesca Angeli (italiano–español), “Sunday on the rocks” de Theresa Rebeck (inglés–español), “Dignidad”, “El Plan” y “El cíclope y otras rarezas de amor” de Ignasi Vidal (español–italiano) y “El Hambre” de Renato Gabrielli (italiano–español).
Escritura. / Style.
Roberta trabaja la dramaturgia experimental y performativa, donde mezcla distintas disciplinas artísticas y la palabra es a la vez comunicativa y parte de la experiencia estética. Aspira a un uso expresionista de la palabra y a poner en evidencia las dicotomías de la existencia que se refleja en el comportamiento social.