Visceral propone un recorrido vital que empieza por un estado natural instintivo y feliz, recuerdo del hombre bueno de Rousseau, que luego pierde su camino condicionado por la institución familiar, la sociedad y su propia ceguera. El sujeto pierde su condición de pureza primigenia y busca recuperar o directamente encontrar su camino, observando su relación con las raíces, su psique y su vida sentimental. Se trata de un estudio íntimo sobre el proceso de maduración del ser a través de los entornos sistémicos en los que se va desarrollando.
Empezó subiéndose a las tablas con 15 años y adaptando y dirigiendo su primera obra de teatro con 23, y ha sido fundadora de tres compañías de teatro (“Periféricos Peregrinos”, “Trama Teatro” y “Nigredo”), produciendo, dirigiendo y actuando en sus espectáculos. Como actriz, se formó en Barcelona en el Estudi Nancy Tuñón, se graduó en Técnica Meisner en el programa de la Neighborhood Playhouse, pero sobre todo trabajó muchos años en la compañía “La Invenciò” de Josep Pere Peirò, fundamental en su visión de un teatro atrevido y comprometido. Sus primeras incursiones en el mundo de la dramaturgia las hizo siguiendo los pasos del maestro José Sanchis Sinisterra, del que admira la amplitud de visión y las ilimitadas búsquedas de experimentación dramatúrgica. Roberta habla cinco idiomas y ha adaptado “El hombre de mis sueños” de Francesca Angeli (italiano–español), “Sunday on the rocks” de Theresa Rebeck (inglés–español), “Dignidad”, “El Plan” y “El cíclope y otras rarezas de amor” de Ignasi Vidal (español–italiano) y “El Hambre” de Renato Gabrielli (italiano–español).
Escritura. / Style.
Roberta trabaja la dramaturgia experimental y performativa, donde mezcla distintas disciplinas artísticas y la palabra es a la vez comunicativa y parte de la experiencia estética. Aspira a un uso expresionista de la palabra y a poner en evidencia las dicotomías de la existencia que se refleja en el comportamiento social.