Y me fui a Madrid intentando huir de tanta mierda. Así somos los estúpidos, tardamos años en aprender que gente nueva significa mierda nueva. Y fue en una cama donde colmó este asco. No en un viaje de esos que esperas que te cambie la vida ni en un fallido intento de afiliarme a cualquier colectivo de mierda donde mucha gente comparte la misma mierda, la misma tarta podrida. Alcancé la cumbre del hastío en una cama. Sepultado de mierda en una cama puedes vislumbrar cómo será tu futura tumba. Y, por supervivencia, decides echarle toda tu mierda a quien sea.Alguien habrá que quiera tragársela, seguro.
Notas.
La sublimación es un mecanismo de defensa del cerebro que convierte el dolor en expresión. En junio me humillaron, volví a depositar mi confianza en el colmillo del lobo. En julio acudí a Paloma, hablamos de las veces que fuimos humillados. En agosto hicimos nuestra venganza: una simple pieza de teatro. No puede dañar a nadie. Ojalá pudiese hacerlo. Al menos alivia. Un poco.
Otros datos.
Estreno: Nave 73, Madrid, Festival Imparables
Publicación: Ediciones Invasoras
Jose Andrés López nace en Málaga, dónde comienza a formarse como actor y bailarín. Continua su formación en Madrid donde forma su compañía, Viviseccionados, en la que escribe, dirige y actúa. Ha estrenado piezas en distintos festivales nacionales e internacionales, recibiendo diversos premios en escritura y creación. También escribe y actúa para otros creadores. Ha publicado distintas obras con editoriales como Ediciones Invasoras y Fundación SGAE.
Escritura.
«No puedo hacerle el amor a todas las personas que deseo. Ni tengo suficientes piedras para todas las personas que odio. Ni tampoco la capacidad de perdonar y olvidar todas las acciones despreciables que conozco. Después de eso, el único alivio que me queda es escribir. Cada obra es un proceso nacido de una obsesión que dura lo que dura la obsesión. Reducir el proceso sería una represión y, por tanto, un resentimiento. Alargarlo sería un engaño y, por tanto, un fracaso.» (José Andrés López).
«I can’t make love to all the people that I want to. I don’t have enough stones to throw at all the people that I hate. Neither am I able to forgive and forget all of the despicable actions that I’m aware of. After that, the only saving grace that remains is writing. Each work is a process born from an obsession that lasts for as long as obsession can last. Shortening the process would be a repression, and therefore a resentment. Lengthening it would be a con, and therefore a failure.» (José Andrés López).